La ciudad de Antequera asistió ayer a la puesta de largo de una de sus cofradías más señeras y con la que nuestra banda mantiene un estrecho y fraternal vínculo desde hace años, la Seráfica, Venerable, Ilustre y Muy Antigua Archicofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno de la Sangre, Santo Cristo Verde y Nuestra Señora de la Santa Vera-Cruz.
Un Lunes Santo más la banda de la Vera+Cruz regaló sus sones al Nazareno de la Sangre y a Ntra. Sra de la Santa Vera-Cruz a su paso por las añejas calles antequeranas. Previamente, nuestra formación participó en el tradicional desfile de Armadilla donde realizó un pasacalles acompañando a los portadores antequeranos que como es tradición vistieron su habitual banda verde sobre el pecho.
La salida del cortejo tuvo lugar en torno a las siete de la tarde, nuestra sección de cornetas arrancó con ‘Sentimiento Gitano’ para iniciar su acompañamiento musical junto al singular e imponente nazareno que marcha bajo palio. Su mecida siempre acompasada infundió a su paso un sentimiento de respeto y fervor entre los presentes propio de las cofradías e imágenes de raigambre. Posteriormente se oirían los sones de ‘Cristo del Amor’ o ‘En el Cielo de tu gloria’, bellas e intensas melodías en un Lunes Santo donde los antequeranos ocuparon las aceras de forma multitudinaria refrendando un año más el buen hacer de las cofradías antequeranas en los últimos años.
Tras el Nazareno, la valiosísima imagen del Cristo Verde (1543), obra de Jerónimo Quijano acompañado solemnemente por la Banda Municipal de Música de la vecina Casabermeja.
Por su parte y cerrando el cortejo se presentó ante los antequeranos la Virgen de la Vera+Cruz, una bella y dulce imagen que inició sus pasos desde la iglesia de su templo con los acordes de la obra del maestro don Perfecto Artola ‘Virgen de Gracia’. Ya en la plaza de San Sebastián los hermanacos mecieron a su Madre de la Vera+Cruz al son de ‘Virgen de la Paz’. Tras encarar calle Infante don Fernando la banda preparó en el atril ‘La Banda Verde’ y ‘Vera-Cruz Madre de los Estudiantes’, obras ambas dedicadas al titular al que acompañábamos y que se interpretarían a su paso por la tribuna oficial frente al Ayuntamiento.
Si bien el día de ayer fue, a falta de mejores palabras, extraordinario, por el tiempo que acompañó, por la presencia masiva de antequeranos en las calles, por el acompasado paso de los tronos…. Un punto concreto del recorrido concitó como es tradición toda la atención, y no es otro que el paso por calle Duranes. Ahí la mística, la fe y el amor de una cofradía y un pueblo a sus titulares encuentran su razón de ser. El Nazareno de la Sangre realizó su vibrante travesía por esta coqueta calle empujado por los sones de ‘Nazareno de la Sangre’, ‘Concepción Reina y Madre’, ‘Bendita Liberación’, ‘En nuestro recuerdo’, ‘En el cielo de tu gloria’ y ‘Presentación’. Apenas hay palabras para describir la confluencia de vivencias que allí se congregan si no es estando presente. Por su parte Ntra. Sra. de la Vera-Cruz echó mano de una de sus marchas talismanes y que no es otra que ‘Rocío’. Tras el magnífico solo de flautín, una lluvia de pétalo ocupó el cielo de Duranes mientras la virgen se mecía con vibrante energía.
Ya en el encierro nuestra sección de cornetas echó mano de ‘Madre’ para despedir al Nazareno de la Sangre, lo mismo que haría nuestra sección de música con ‘La Banda Verde’ para hacer lo propio con la Virgen de la Vera-Cruz.
Posteriormente y ya en el interior de la iglesia los titulares de Estudiantes volvieron a mecerse con los sones de ‘Nazareno de la Sangre’ y ‘Rocío’.
Un Lunes Santo más los Estudiantes se convirtieron en los protagonistas indiscutibles de Antequera. Hasta el año que viene.
Fotografías: Diversos medios digitales.