En la mañana del pasado domingo 26 de febrero quedó presentado el cartel de la Semana Santa de Almogía, obra del artista José María Ruiz Montes. Para entender los pormenores de la obra presentada, compartimos la explicación realizada por el cofrade malagueño Alan Antich Durán, en la cual se explican los diferentes detalles que pueden encontrarse al contemplar esta obra pictórica.

“He aquí la verdadera cruz de Cristo, el árbol de la vida, en el cual pende la salvación del mundo. Siempre será signo de victoria y triunfo sobre la muerte”

En esta pintura, José María se va a la imagen del Señor como motivo principal de la obra, acude a lo verdaderamente importante, al principio y al fin de todo: Cristo en la cruz. Prescinde de una representación de cuerpo completo para seccionar la imagen y presentar en primer plano su rostro y costado, que aparecen enmarcados entre elementos vegetales, paisajísticos y textuales llenos de simbolismo. La gama cromática gira en torno a distintas tonalidades de verde, en referencia a la Santa Vera Cruz, y al azul oscuro que rompe la monotonía del verde, y que está presente en cada atardecer que José María observa desde su vivienda en Almogía. La técnica usada es óleo sobre lienzo, como se puede observar, aunque antes ha realizado un trabajo importante empleando la técnica de la grisalla. Para ello, el artista comienza trabajando sobre un fondo sepia, y a base de carboncillo empieza a modelar y a sacar las luces y sombras. Una vez establecida la base del dibujo en monocolor, ya es el óleo lo que aplica poco a poco en el lienzo. 

Flanqueando a Cristo aparecen los elementos vegetales a modo de guirnalda, que alegorizan el sacrificio de nuestro Señor, su triunfo sobre la muerte y el pecado. Nos muestran cómo a través de la muerte y el pecado (representados por una calavera y una serpiente) rebrota la Vida, el resurgir del nuevo Adán. Mirando en detalle el lienzo, se puede observar cómo de una gota de sangre en la boca de la calavera resurge el brote nuevo de almendro. José María trenza, en forma de espiral, el florecimiento en la parte inferior de la guirnalda con el fruto más arriba, el fruto que pende del árbol, como cita en la frase escrita en la parte inferior de la pintura y con la que abría esta explicación de la obra: “He aquí la verdadera cruz de Cristo, el árbol de la vida, en el cual pende la salvación del mundo. Siempre será signo de victoria y triunfo sobre la muerte”.

En el margen derecho, el artista elige otro elemento vegetal típico de Almogía junto al almendro: el olivo. El discurso es el mismo, la esparraguera en la parte inferior, sin hojas verdes, solo con las semillas rojas que hacen referencia a la gota de sangre, las mismas que están presentes en la corona de espinas de la imagen del Señor, refieren el sacrificio y simbolizan de nuevo el florecimiento que termina en la zona superior con la oliva, el fruto.

Centrándonos en el costado del Señor, vemos cómo el reguero de sangre fluye hacia abajo para llevar nuestra mirada hacia una panorámica de la villa de Almogía, que parece también florecer de la sangre derramada de Cristo sobre la silueta recortada del pueblo, en otra interpretación de la sangre de Cristo como fuente de vida. Para ello, José María emplea tres tonalidades de verde para jugar con las perspectivas entre las dos colinas representadas; además de un color más cálido para llamarnos la atención sobre tres elementos constructivos que sirven como puntos de referencia en la pintura: la Torre de la Vela, la iglesia de la Asunción y el salón de tronos, presidida esta última por la imponente y característica cruz, permanentemente visible para todo aquel que accede al pueblo por carretera gracias a su privilegiada ubicación, orientación e iluminación en tonalidades verdes cuando cae la luz.

El rectángulo sobre el que se enmarca la imagen de Cristo se rompe en su parte superior, siendo éste atravesado por las potencias, cuyas sombras nos llaman la atención creando la sensación de relieve el ser estas proyectadas sobre el marco verde sobre el cual está escrito el lema: “REGNAVIT A LIGNO DEVS” (Dios reinó por/a través del madero), lema que reza en la Cruz del Santo Cristo de la Vera Cruz.

Siguiendo con la rotulación del cartel, en la parte superior de los laterales aparece escrito “SEMANA SANTA 2023”. José María fusiona la letra M y la A de la palabra “semana” creando el anagrama del Ave María y consiguiendo así proporcionar en longitud ambas palabras, “semana” y “santa”. También usa la rotulación para tener presentes a los cuatro titulares de la hermandad: el puñal que atraviesa el anagrama del Ave María en la palabra “semana” hace alusión a la Virgen de los Dolores y a la de Concepción y Lágrimas, mientras que la “t” de la palabra “santa” la forma la una cruz latina arbórea con la inscripción “vera” en referencia al Cristo de la Vera Cruz y al escudo de la Hermandad, mientras que a los pies de la letra “a” de “santa” se encuentra la cruz de Jerusalén en referencia al Santo Entierro. 

Para cerrar el círculo, la palabra Almogía es usada por el artista para recordarnos la reminiscencia árabe de la villa. El nombre de Almogía en el idioma árabe andalusí y romance hispánico era Al-Mexia, que según las versiones de dos historiadores se decantan, uno por la derivación del nombre de una tribu bereber del linaje de los al-mexíes y el otro porque el significado de Almogía quiere decir “La Hermosa”. Para remarcar este pasado andalusí, José María usa una tipografía árabe para sus dos primeras letras (“Al”) que contrasta con la tipografía más cuadrada y clásica usada para el resto de la palabra.

Queda presentada esta magnífica obra en las puertas de la Cuaresma de 2023, esperemos que su contemplación nos ayude a vivir esta preparación de la Semana Santa de 2023 con profundidad y hondura. Muchas gracias.

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