En las vísperas de la Solemnidad de la Inmaculada comenzó este camino, lleno de frutos espirituales, en el que hemos ido celebrando tan importante efemérides para los hermanos de Cristo. Y en la misma Solemnidad pondremos fin al mismo, con la sensación de que el trabajo incansable y el esfuerzo que los hermanos de Cristo han hecho, han contribuido a que este año de gracia del LXXV Aniversario haya sido inolvidable por muchos motivos.

Por ello, ante tan grandes bienes recibidos, debemos dar gracias al Padre celestial, por el cual hemos podido disfrutar de los mismos. Así, durante la Solemne Función del día 8, llevaremos a cabo también la Acción de Gracias por este LXXV Aniversario de la Venida y Bendición de Nuestra Señora de los Dolores.

Se ha podido demostrar, por la respuesta tan incontestable de tantos devotos y hermanos, que la devoción a Nuestra Señora de los Dolores está viva y tiene fuerza, tras 75 años de historia en Almogía. Y sois precisamente los hermanos de Cristo y devotos la prueba firme de ello. Llegamos a este final del camino con enorme satisfacción por el buen trabajo realizado y el orgullo que supone.

Este Aniversario, que se ha visto inserto en una de las épocas de mayor trascendencia histórica de nuestra antigua Hermandad, se ha asentado sobre varios pilares:

-DEVOCIÓN. Ha sido uno de los años más intensos que se han vivido en la historia de Nuestra Señora en el seno de esta Venerable Hermandad. Se han celebrado numerosos cultos internos en torno a nuestra Titular y han sido tres los cultos de carácter externo que ha protagonizado la Venerada Imagen. Todos con el sello reconocible e innegable de nuestra especial idiosincrasia, que hace que todos se revistan de la solemnidad y decoro necesarios. Y en todos ellos se ha puesto de manifiesto una honda y sentida devoción hacia Nuestra Señora.

-HISTORIA. La historia ha tenido un peso indiscutible en este Aniversario. Puede afirmarse, sin lugar a dudas, que aquel proceso de 1947 fue uno de los hechos de mayor relevancia histórica de toda la larga historia de nuestra corporación. Tras haber estado dormida y callada, este año despertó, desde el primero de los actos, de su letargo y se le ha dado el lugar que le correspondía. Los personajes, gracias a los cuales  podemos hoy tener el privilegio de atesorar a la Bendita Imagen, han recibido el merecido homenaje. Y la historia ha estado presente en las diversas publicaciones, en los Actos, en las lecturas de los Cultos, en las banderas y lonas. La Ciencia histórica tiene, entre muchos otros, un noble propósito principal: analizar las fuentes, contar lo que estas nos transmiten y comprender lo que fuimos. No se trata de sacar trapos sucios, sino de intentar entender los hechos que nos llevan hoy a estar donde estamos. Y muchas veces la historia no resulta cómoda a todos. Pero es que la naturaleza de su existir no es agradar.       

-CARIDAD. El apoyo de numerosas personas dentro del pueblo, y fuera del mismo, a las campañas de caridad ligadas a este Aniversario ha sido todo un éxito. La ayuda recaudada pone de manifiesto que una corporación de un pueblo puede hacer grandes logros si se lo propone. Y todo ello pasa por tener valentía y decisión, para ir más allá de lo local. Y la Caridad debe ser un compromiso continuo, no un mero trámite que cumplir. Por eso hay que diversificar los proyectos a los que se presta la ayuda. Y comprender que el prójimo no solo está en nuestra más cercana inmediatez. También espera nuestra ayuda fuera de nuestras tierras.  

-PARTICIPACIÓN. Los hermanos de Cristo, a través de diversos colectivos, han manifestado, una vez más, su capacidad para arrimar el hombro y llevar al éxito un año tan complejo. Algo que demuestran cada vez que su Hermandad los convoca. Eran conscientes de la importancia que esta efemérides tenía. Ahí es donde reside el triunfo de la celebración. También es digno de mención el interés que estos Actos y Cultos, y que la propia Imagen, han generado fuera de nuestro entorno más inmediato, evidenciado por el seguimiento continuo y sobre todo en la cantidad de forasteros que se acercaron a admirar y contemplar las innegables cualidades artísticas y devocionales de Nuestra Señora en su Procesión Triunfal.

Que Nuestra Señora de los Dolores guarde siempre a todos los hermanos y devotos que lo hicieron posible, y a todos sus hijos de esta Hermandad, de nuestra Parroquia y de nuestro pueblo de Almogía, consagrados a su protección perpetua.

DEO GRATIAS.