¡Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar! ¡Y la Virgen concebida sin pecado original!

«La copa de bendición que bendecimos, ¿no es acaso comunión con la Sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es comunión con el Cuerpo de Cristo?
Ya que hay un solo pan, todos nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo Cuerpo, porque participamos de ese único pan».
1 Corintios 10, 16-17.

«…Por figuras anunciado,
en Isaac es inmolado,
maná del cielo bajado,
Cordero sobre el altar,
¡Buen pastor, Cristo clemente!
tu manjar de gracia fuente,
nos proteja y apaciente,
y en la alta región viviente,
haznos ver tu gloria, ¡oh Dios!
Tú, que lo sabes y puedes,
y que al mortal lo sostienes;
por comensales perennes,
al festín de eternos bienes
con tus Santos, llámanos…».
De la Secuencia del Corpus Christi, Santo Tomás de Aquino.