Con motivo del LXXV Aniversario de la Venida y Bendición de Nuestra Señora de los Dolores, se ha colocado una pareja de banderas conmemorativas en la terraza de nuestro Salón de Tronos.
 
Una de las banderas hará referencia a dos cuestiones. Por una parte, se trata de una bandera inmaculista, con los característicos colores azul y blanco, dogma universal de la Iglesia y que tiene especial relación con nuestra Hermandad, ya que la orden que impulsó la creación de las corporaciones de la Vera+Cruz, los Franciscanos, fueron firmes defensores de la Inmaculada Concepción de María desde la Edad Media. Por otra parte, en esta bandera encontramos una interpretación del Inmaculado Corazón de María que aparece en una de las pechinas de la Cúpula de nuestra Parroquia. Los dos elementos principales que caracterizan al Inmaculado Corazón es la presencia de la flor, que apunta a la pureza de la Virgen, y el puñal, que hace referencia al sufrimiento que debía padecer en pro de la redención.
 
La otra tendrá por protagonista al Logotipo Oficial de esta efeméride, diseñado por el insigne artista D. Francisco Naranjo Beltrán. En este Logotipo, como se explicó en la presentación, el corazón de María queda esbozado en dos secciones diferentes. En la parte izquierda, el corazón inflamado, que termina de ser trazado con el número 5. En la parte derecha, el número 7 se convierte en la espada de dolor, anunciada por el anciano Simeón a la Virgen. Ambos acabarán formando, a su vez, los años que se cumplen de la venida y bendición de nuestra Titular. Un corazón traspasado, como símbolo por excelencia de la iconografía de los Dolores de la Santísima Virgen. Junto al corazón la forma abreviada de Nuestra Señora. Elemento reconocible de su título, que conecta con la denominación de la primitiva e histórica advocación de los Dolores de esta Parroquia.
 
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