En este Domingo de Corpus, tendremos la dicha de recuperar la procesión parroquial externa de su Divina Majestad por la Solemnidad del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, tras dos años sin poderlo hacer. Nuestra Hermandad, además de asistir corporativamente a la procesión, en recuerdo de la histórica vinculación y como muestra de adoración al Señor Sacramentado, ofrecerá un Altar a su paso, para mayor gloria y homenaje del Santísimo Sacramento.
En este año tan especial, por tantos motivos, el Altar hará una doble referencia.
Por una parte, el mismo estará presidido por el Estandarte de Nuestra Señora de los Dolores, con motivo del LXXV Aniversario de su Venida a esta villa de Almogía y Bendición. Así, la Sagrada Efigie en la que se recuperó por vez primera la histórica advocación de los Dolores, y a la que se consagró la protección perpetua de esta corporación, de nuestra Parroquia y de nuestro pueblo de Almogía el pasado Viernes de Dolores, recibirá al Santísimo Sacramento, aquel que llevó en su Sacrosanto Seno y por el que padeció sus Dolores en pro del plan divino de redención.
Igualmente, con motivo del Año Jubilar por el Centenario del inicio de las Doctrinas Rurales, las Reliquias del Beato Padre Tiburcio Arnaiz presidirán el Altar junto a nuestra Amantísima Titular. De esta forma nos sumamos de forma pública a tan importante celebración para la comunidad que el Padre Arnaiz y su fiel compañera María Isabel fundaron. Y también como muestra de profunda admiración y veneración por la figura del Apóstol de Málaga, del que tenemos el inmenso privilegio de atesorar sus sagradas reliquias en nuestra Capilla.
¡Alabada sea por siempre su Divina Majestad!
¡Bendita sea la llena de gracia, que fue traspasada por nuestras faltas!
¡Bendito sea el Apóstol de Málaga!