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Querido hermano:

Que duda cabe que la gestión de una Hermandad como la nuestra no sirve de nada si no es respaldada luego por el plácet de un cabildo de hermanos que se preocupan por su cofradía y por todo lo que en ella acontece. La exigencia del día a día, de los retos y dificultades que se plantean para sacar adelante los proyectos que con tanta ilusión se estudian en las sesiones de junta de gobierno, te dejan a veces sin el aliento necesario para seguir buscando las fórmulas que ayuden a culminar lo que con tanto entusiasmo se programa y se trabaja para su consecución.

Ha sido un año duro que obliga a dejar en suspenso algunos proyectos que deberían haber visto la luz esta Semana Santa. La prudencia invita a caminar lento pero dando pasos firmes, o al menos es nuestra forma de ver la administración de nuestros recursos económicos, por lo que, sin renunciar a nada, otros proyectos más asumibles y menos costosos se hacen realidad antes de lo previsto. Este es el caso del estreno de una saya para la Virgen realizada en tisú de plata y enriquecida con las piezas bordadas del antiguo Guión de la Hermandad. Una pieza artística que viene a incrementar, con una calidad excepcional, el ajuar de Nuestra Señora. Asimismo, gracias a la generosidad de algunos hermanos que han donado una antigua pintura del siglo diecinueve de la Virgen Inmaculada, la Hermandad estrenará una Bandera Concepcionista que simboliza el Dogma de la Inmaculada Concepción y que se situará en nuestras procesiones al principio de la sección de la Virgen sustituyendo así la bandera verde y negra representativa de la Santa Vera+Cruz que pasará a incorporarse nuevamente a la sección del Cristo.

Por otro lado, la adquisición hace dos años de un anexo al almacén de la “Torrecilla” se concluye definitivamente con el último pago realizado en el año 2012. Este hecho, de por si, nos permitiría nuevamente seguir con la senda iniciada hace unos años de incrementar y renovar poco a poco los enseres de la procesión.

También cabe destacar la inversión realizada en nuevos uniformes, síntoma inequívoco de tener una Banda que está viva y en continuo crecimiento; la adquisición y reparación de instrumentos en ambas secciones de la banda, el gran fichaje de Sergio Pastor como nuevo director de la banda de cornetas y tambores así como la consolidación de Manuel Puche y Salvador Vázquez en la dirección de la banda de música reflejan el interés de todos los que componemos esta gran familia «de Cristo» por el patrimonio humano y musical de nuestra Hermandad.

Se inicia pues un año esperanzador en lo económico -ó al menos eso nos cuentan algunos medios de comunicación-, aunque debemos seguir trabajando y colaborar como siempre con la cofradía para conseguir hacer realidad nuestros proyectos. Cuotas, limosnas, loterías, donativos, platillo,… todo es poco para lo costoso que es todo. Sabes que tu aportación siempre será valorada por humilde que sea.

Por último, querido hermano, permíteme una reflexión personal en voz alta: la música suena en nuestra Banda con forma de aniversario celestial y por eso estamos seguros de que todo irá mejor; al menos más acompasado y con buen ritmo. Y para que nada se salga de tono ni nadie desafine ya se encargan muchos de los nuestros que ensayan y trabajan día a día, haga frío o calor, para que su banda siga progresando y así dar continuidad a tan bonito proyecto cofrade. «Siempre lo hacen muy bien» nos decimos cada vez que se oyen en Semana Santa, «pero este año seguro que lo harán mejor si cabe porque es su treinta aniversario» se escucha de otros. Probablemente tengamos razón todos. Pero lo que es seguro, y no me equivoco, que profesores y músicos darán el «Do» de pecho para que desde el ciel
o su Padrino, Juan González Cuenca, se emocione y presuma delante de los hermanos que le precedieron diciéndoles, orgulloso, que a esa Banda la enseñó él en 1983 y que gracias al trabajo y colaboración de muchos hermanos de Cristo la música en Almogía está donde está, paseando con orgullo el nombre del Santo Cristo de la Vera+Cruz por todos los lugares y rincones donde requieren su presencia.

Y todo para mayor gloria a Dios. No lo olvidemos nunca.

Recibe un fuerte abrazo en Cristo.

Juan José Mayorga