…cada Dolor y su llanto
cada Concepción y sus Lágrimas
cada sangre y su Entierro
cada Cruz y su Dios,
y cada oración del viento,
el cielo con soberanía,
de este lugar no se pierde
que hay un cielo en Almogía
que tiñe su Cruz de Verde.
…cada Dolor y su llanto
cada Concepción y sus Lágrimas
cada sangre y su Entierro
cada Cruz y su Dios,
y cada oración del viento,
el cielo con soberanía,
de este lugar no se pierde
que hay un cielo en Almogía
que tiñe su Cruz de Verde.
Soñando están los moriscos
que llegue la primavera
para que luzca su pueblo
el verde que siempre espera…
Y cuando acaba la saeta, un aplauso y un ole clamoroso nos despierta del éxtasis, y en el aire negro no queda nada. Y es entonces cuando abrimos los ojos, miramos al Cristo, al Sepulcro y a la Virgen y no sabemos qué tenemos en los ojos. Es como si se hubiera quedado en ellos una mota de la luz de la saeta.
Saeta de la Semana Santa de mi pueblo con ramilletes de luz, de poesía y de cante.